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Hortera y cutre

Ambos términos se utilizan para denotar el mal gusto, pero no significan lo mismo y no se aplican indistintamente.

A ver si me explico… hortera es el resultado de un exceso, cutre en cambio es consecuencia de una carencia. Veamos unos ejemplos:

– Un cuarentón con camisa de raso brillante, desabrochada casi hasta el ombligo, mostrando el pecholobo sobre el que se balancea una cadena de oro gruesa con un Cristo redentor, con gafas de sol RayBan y pelo engominado patrás. Eso es HORTERA.
– En cambio otro cuarentón, que se está quedando calvo y se hace “la cortinilla” para tapar la calva superior, lleva un pantalón que le queda pesquero y camisa a cuadros estilo leñador, es un tipo CUTRE.

– Una señora de edad indeterminada, con pendientes de plástico rojo, blusón de seda de color fucsia, con zapatos de tacón de aguja y cinturón dorado, es HORTERA.
– Otra señora de edad indeterminada, con unas raíces que indican que hace tres meses que debería haber ido a la peluquería que se va a cenar a un restaurante con sudadera y pantalón de chándal, es CUTRE.

– Un bar, con luces fluorescentes de los 80, sombrillas hawaianas, mobiliario de plástico chillón, cubierto con almohadones imitando al leopardo y espejos ahumados ocupando la mitad de las paredes, es HORTERA
– Un bar con mesas y sillas de aluminio, suelo de hormigón, cuya única decoración son las fotografías de los calendarios de los negocios del vecindario sobre una pared descascarillada, es CUTRE.

El canon de belleza femenina es una abominación

El eslogan publicitario de L’Oréal es «Porque nosotras lo valemos». Pero no va en serio, claro. Si lo hiciera, podría incluir a personas que se parezcan a “personas de verdad” en sus campañas de marketing. Así que la ASA “Autoridad de Estándares de Publicidad” ha decidido prohibir dos anuncios de L’Oréal: esto podría ser el comienzo de algo maravilloso.

En los dos anuncios salen, respectivamente, Julia Roberts de 43 años y Christy Turlington de 42 promocionando la base de maquillaje Lancôme Teint Miracle (fijáos qué cara le han dejado) y la base de maquillaje “eraser” de Maybelline (nótese el uso de la palabra “eraser”, que en inglés significa borrar, aniquilar, arrasar, y echad un ojo al anuncio). Estas señoras tienen ya una edad, en el mundo de la moda y belleza son unos vejestorios. Así que la belleza hizo lo que pensó que sería oportuno: tomó las fotografías, observó los defectos y los eliminó. Así aparecieron estas mujeres, improbablemente radiantes, extrañas y casi radioactivas.

Ningún maquillaje puede hacer eso. Las dos damas de los anuncios han sido digitalmente retocadas hasta el extremo. La marca también recibió críticas por la máscara de pestañas “Telescopic” en la que aparecía Penélope Cruz con pestañas postizas y el champú Elvive, protagonizado por Cheryl Cole con extensiones en el pelo.

No estoy en contra del uso del maquillaje, ni mucho menos. Tener la cara como el hijo bastardo de ET o ser Chewbacca no es mi reto. Pero el alcance de la industria de la belleza y de su hermana fea, la moda, llegan lejos para vender sus productos, de manera peligrosa y repugnante.

En busca del beneficio, se ha creado un ideal homogéneo de belleza femenina que no tiene nada que ver con cómo las mujeres son realmente. Ese ideal es una abominación – muerto de hambre, depilado, planchado, encogido y esquelético.

Su meta es VENDER INSATISFACCIÓN porque claro, el que te gustes a ti mismo no vende nada.

En los 50, 60 y en los 70 una talla 40, con caderas y pechos podría ser un bombazo en el cine. Marilyn Monroe, Jane Russell, Ava Gardner – todas tenían carne y rostros interesantes con imperfecciones. Jane Russell tenía unas cejas puntiagudas y la Gardner tenía un hoyuelo en la barbilla maravilloso. Eran personas, nada más. Las modelos y actrices de ahora son pequeñas y extrañamente idénticas, con toda la grasa absorbida y más pintadas que una puerta, extensiones de pelo hasta el infinito, con el efecto “chupachups” (la cabeza es enorme en comparación con el cuerpo), dietas, entrenadores personales… Eso no sólo es aburrido, ofensivo y una pesadilla para la gente que le gusta ver actrices que de verdad saben actuar, en vez de posar poniendo morritos. La cámara miente, y hoy más que nunca.

No tenéis más que fijaros en la semana de la moda de cualquier lugar – un evento de monstruoso autoengaño y estupidez. Me fijo más que en los modelitos en los pequeños bracitos de las maniquíes, que son del mismo grosor que sus muslos. Parecen enfermas, tambaleándose en esos tacones imposibles. Y la gente aplaude enloquecida cuando aparece el creador de tales telas, y te fijas en él/ella y te preguntas porqué no hace prendas para gente como él/ella, gente pequeña, no muy delgada, feúchos… Son inmunes y han olvidado cómo es la gente normal. También me doy cuenta de que ellos mismos son víctimas de su propio sueño. Galliano es un gilipollas, McQueen está muerto y sospecho que  sintiera algún aprecio por las mujeres. ¿Quién ve cómodo caminar con estos zapatos tan horrendos? Ambos Valentino y Lagerfeld parecen que hubieran abusado en demasía de la cirugía estética, lo que sugiere que no les gusta mucho el espejo. Estos diseñadores no aprecian a las mujeres, quieren vernos embutidas en tallas 34, con piernitas que apenas nos sostengan sobre zapatos horrorosamente enormes, con maquillaje que acentúen los huesos de nuestras caras. Y  las caras de estos individuos reflejan tristeza e insatisfacción, como mujeres viejas. Me gustaría verlos en pantuflas y batita saliendo a por el pan.

Cuando una modelo deja la pasarela y muere de fallo cardíaco o anorexia siempre surge algún debate sobre prohibir la talla cero (que es una 34 en Europa) y que se usen mujeres de “talla grande” o talla 6 (talla 40 en Europa, jaja, talla grande). En 2006 Armani dijo que había que luchar contra la anorexia. Mirad su colección de otoño-invierno 2011/12 y me decís si algo ha cambiado.

A veces un producto, como Dove usa “mujeres de verdad” – lo que significa gordas – en sus anuncios, pero esto es sólo es una artimaña. Una persona normal se siente identificada e incluso llega a decir “deberían hacer más anuncios como estos”. Un claro ejemplo de publicidad hipócrita. Utilizando, manipulando y exprimiendo las debilidades del ser humano han conseguido posicionarse en el mercado y además quedar como buenos, comprensivos y tolerantes. Su campaña publicitaria donde nos muestran a las “mujeres reales” y “la belleza real” me hace alucinar como pocas cosas. ¿Me lo parece a mí, o son todas guapas? Son distintas constituciones físicas, pero lo mejor de cada una de ellas. Esas chicas has sido elegidas bajo un exhaustivo casting, más complejo quizá, que elegir a una modelo “estándar”. ¿Me están tomando el pelo? Si nos van a mostrar su “belleza real”, ¿por qué no han elegido 6 chicas al azar?

Espera que ahora es cuando me da la risa, pues resulta que Dove es una marca de Unilever que entre otras tiene a Axe, caracterizada por una publicidad de claro carácter sexual protagonizada por mujeres  macizorras. Por un lado Dove, un producto orientado a la mujer y con un mensaje de aceptación de múltiples tipos de belleza y fomentando la autoestima y por otro lado Axe, un producto orientado al hombre, que explota el actual prototipo de belleza… sí, sí el de las «irreales«.
Y por favor, no empecéis a contarme que cada marca es independiente que me aburro. Es fantástico que la gente se acepte tal y como es, pero no lo utilicéis para venderme productos y compartas beneficios con los provenientes de los que predican un rol radicalmente opuesto.

Esto es como la tendencia actual de las empresas de hacer productos que respeten el medio ambiente. No es que les preocupe, lo que previamente han jodido sin escrúpulos, simplemente que la sociedad va tomando conciencia y el mercado destinado a este tipo de personas aumenta… y con ellas las ventas.

La revista Vogue hizo un reportaje donde el propio fotógrafo era fotografiado… sin cabeza. Probablemente era demasiado feo para aparecer con cabeza. Esa era la venganza de Vogue: hazle más delgado, quítale la cabeza.Eso es lo que quieren de nosotras, las mujeres, que no pensemos. Tenemos impuestos unos cánones que han pensado 3 misóginos de pacotilla. ¿Qué tiene de hermoso una mujer escuálida, con los pómulos afilados, con la clavícula sobresaliendo, con las costillas marcándose a través de las telas? ¿Por qué nos quieren ver así? ¿Por qué te quieres ver así?

Esas “cosas de mujer” que me cabrean (¡y yo soy una!)

1.       Que se amparen en “tengo la menstru” para cambios de humor, malas contestaciones y lloros sin sentido.

2.       Que se vistan como putillas y luego, cuando un tío les mire las tetas, se cabreen.

3.       Que no sepan más que hablar de Bershka, Zara y Blanco.

4.       Que se crean, que porque no llevas falda, mechas y tacones no eres igual de femenina que ellas.

5.       Las que se quejan a todas horas de “estoy gorda”. Pues si eso piensas tú… es que lo estás.

6.       Y con esto viene las que siempre están a dieta y no dejan de comentarlo pero se piden el BigMac, eso sí, con Coca-Cola light.

7.       Las que necesitan la constante aprobación de “su amiga del alma” o novio para hacer cosas.

8.       Las que no dejan de hablar de su novio y cualquier tema de conversación es bueno para sacar el tema de “mi novio”.

9.       Las que te preguntan: “Te has maquillado, ¿qué celebramos hoy?”

10.    Las que se atusan el pelo a todas horas y buscan espejos en todas partes.

11.    Las de “por mis huevos me pongo esos tacones aunque parezca un pato mareao caminando borracho”.

12.    No hay cosa que más asco me dé que una mujer oliendo a tabaco y alcohol.

13.    Las que se obsesionan con combinar todo lo que llevan puesto y las que se creen que porque se lleve de moda, a ellas les queda bien.

14.    Las que acaban de ser mamás y se creen que nos interesan las cagadas y vómitos de sus nenes.

15.    Las que cuentan intimidades sexuales con todo lujo de detalles.

16.   Las que nunca llevan un pavo y siempre tiene que ir el marido o el novio pagando todo.

 

Otro post de «Cosas de chicas» aquí.

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¿Pero qué estás mirando, pedazo de cerdo?

Los garitos de moda

Estoy hasta las narices de salir a un “garito de moda” y encontrarme con gente vieja y música que no conoce más que el pinchadiscos y su madre. A ver… tengo 28 años. ¿Qué se considera “vieja”?

Pues el típico individuo con moreno rayos UVA, pantalón blanco, con mocasines y camisa floreada luciendo pecho con cadenaco de oro. Y que ronda los 40 y largos. Sostiene una copa y lanza miraditas. Es tan feo que te preguntas si han dejado abiertas las puertas de Mordor y se les ha escapado algún orco. Las señoras se ponen sus mejor modelito luciendo lorza y/o pechuga arrugá, con más pote que la almohada de un drag queen. La barra de labios les llega hasta la oreja y la sombra de ojos color pavo real produce destellos que deslumbrarían a Stevie Wonder. Están a la caza de jovencitos descocados (que no tiene que ver con cocaína, aunque también) y mucho o poco ebrios.

Y la música, por diossss… Pero si cuando mejor me lo he pasado en un garito ha sido bailando Bisbal y King África. Y ahora tenemos que aguantar música chill out o lo que coño sea eso. Un tema de esos que duran 47 minutos de música instrumental con una tía pegando grititos de vez en cuando. El pinchadiscos está flipao con sus auriculares tamaño ensaimada mallorquina pero yo sólo pienso en salir de ahí.

Lo siento, pero esos garitos me aburren. ¿Para cuando un sitio en el que poder echarse unos bailecillos haciendo un poco el tonto, para qué mentir? Pero no, ahora hay que ir vestido como si fuera la última noche del Titanic. Que porque no se te estropee la suela de los zapatos ni te mueves. Para luego acabar sudando como un puerco, con el maquillaje churretoso, los pies doloridos y encima tener que mentir y decir que te lo has pasado de puta madre.

No mola ni ná estar en un sitio y de repente escuchar… “¡BOOOOOOMBA! Un movimiento sensual… un movimiento sexy…”. Y no me digáis que soy cutre porque todos lo hemos hecho, o con el “Bulería, bulería”.

La gente está allí, intentando hablar a grito pelao, con su copazo aguado e intentando creerse en la cima del mundo, por haber conseguido entrar y pagar 20 pavos o más para entrar a un local en el que nadie baila ni se lo pasa bien.

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Cómo ser moderno en 10 pasos

Si estas harto de ser el típico personajuelo anticuado y que no llamas la atención ni a tu perro, entonces tienes que leer este decálogo de CÓMO SER MODERNO EN 10 PASOS. Toma nota.

 

  • EL UNIFORME. Los skins llevan sus bomber, sus botas militares… Los heavys sus mallas apretadas y camisetas negras… Como moderno, tú eres distinto a los demás, con personalidad. Y eso se ve en la forma de vestir. Al ser moderno, serás el único que lleve chapas, gafas de sol de policía o de vista de pasta negras, zapatos Camper, pantalones anchos que dejen ver tus calzoncillos de Calvin Klein y chanclas para salir por la noche rollo “paso de todo”, chaquetas de chándal con las mangas a rayas… Y si eres chica, serás la única en llevar merceditas, medias de rayas, cinturones de perra, camisetas a rayas de “donde está Wally”, una corbata, bolsos de ir a la compra… Uno de los puntos fuertes del uniforme y las pintas, está en la androginia. Chicas hombrunas y tíos con mucho eyeliner. ¡No te quedes atrás!

 

  • MÓNTATE UN WEBLOG. Está claro que para ser moderno, es muy importante tener un weblog. De esta forma, puedes contarle al mundo todas tus moderneces. Los weblogs son páginas web personales que pueden servir de escaparate de todas tus fantasías y reflexiones más variopintas. Aprovéchate de él para contar todas las fiestas a las que vas, qué malo es el mundo en guerra, por qué no vas al festival de Benicàssim, cuáles son las últimas canciones que ponen en Siglo 21 (programa de Radio 3 que debes oír, por cierto, IMPRESCINDIBLEMENTE para ser moderno)… Mejor aún es un fotoblog, en el que poder poner fotos de todas tus fiestas, las caras de tus coleguis, y la ropa que te vayas comprando y rompiendo. Y si ya quieres ser lo más de lo más, hazte un perfil en YOUTUBE, escoge un nombre tipo “Piruleta21” (aunque tengas 32) y grábate diciendo chorradas. Incluye, en el fotoblog, fotos de tu gato, así como una tracklist con la banda sonora de tu vida, poniendo las canciones más modernas que jamás hayas oído nunca. Intenta, también parecerte a Bjork o a Amelie en tus fotos si eres chica, y a Bimba Bosé, si eres tío.

 

  • OMNIPRESENCIA. Para ser moderno, no te puedes perder un sarao, tienes que estar en TODOS: conciertos, inauguraciones de exposiciones, de restaurantes; festivales de música, de arte, multidisciplinares (mezcla de arte, videoarte y djs, ¿se puede ser más moderno?),… Todo se basa en enterarte de esos saraos, ir sin avisar a nadie, y luego encontrarte a tus coleguis allí. Qué cool es eso… Recuerda que lo importante de todo es “haber estado allí”. Intenta recorrer varios sitios la misma noche con tu cámara de fotos (digital, claro), acabar en un after, y luego dile a tus amigos “¿no estuviste anoche allí? Yo sí, fue una pasada”. ¡Quedarás genial!

 

  • SOULSEEK Y MP3: BUENA COMBINACIÓN. El avance de las últimas tecnologías ha hecho que cada día sea más fácil ser moderno. Da igual que en tu pasado hayas repudiado de los ordenadores, y hayas pensado que lo de Internet era para friquis. Ahora quieres ser moderno, y necesitas un ordenador conectado a Internet. Ahora, gracias a las redes P2P, puedes bajarte más y más música, toda la que sale en esas revistas que te compras y en siglo 21, aunque luego no la oigas. Soulseek es el programa utilizado por excelencia; el Kazaa y otros por el estilo son para pringados que no saben quienes son Chk!, Chk!, Chk! (tú tampoco hasta hace dos días, pero ahora son imprescindibles). Ahora, gracias al mp3, puedes decir frases como “tengo la discografía completa de Autechre”, ya que cuesta muy poco tenerla en el disco duro, y menos aún bajártela, ya que tus padres te pagan internet para que estudies. Eso sí, para ser moderno no hace falta que la hayas oído entera, basta con tenerla en el disco duro. Artistas como Autechre, Alec Empire, Noriko Tujiko, no hay huevos a escucharlos más de diez minutos seguidos, pero qué cool queda tenerlos en el disco duro… Con lo fácil que es hacer música hoy en día, y siguiendo la filosofía del “Do it yourself” que ya hicieran los Sex Pistols, bájate un par de programas de hacer música, un teclado midi, y conviértete en el rey de la tecnomierda: ¡saca tus propias canciones! Además, hacer las letras de las canciones es muy fácil, con temas como: la moda es lo peor, me gustan los Chupa Chups y la Nocilla, críticas a otros músicos, putiferios, porno,… Algunos nombres de grupos tecnomierda que todavía están disponibles y que puedes usar: electrozorras, puticuero, los chochetes eléctricos, somos lo peor, electropornoclash, la habitación verde, la habitación rosa, la habitación gris…

 

  • GASTRONOMÍA. Hasta hace nada, le ponías cara de asco a tu madre cada vez que te ponía pescado para cenar. A ti te gustaban las hamburguesas, los macarrones y los espaguetis a la carbonara… Pero ahora que eres moderno, las cosas cambian: te gusta el sushi. Te encanta el sushi. Si oye tu madre que comes pescado crudo, te mata por chaquetero, pero es que ella nunca entenderá lo cool que resulta distinguir, delante de tus amigos, entre sashimi, sushi maki y nori maki. Si de verdad eres moderno, el sushi que más te gustará es, por este orden, el de tortilla, el de langostino y el california (con bocas de mar y aguacate). Intenta desafiar a tus amigos en el restaurante japonés pidiendo cosas que ellos desconozcan: chirashi, gyosa, yaki tori (¿no sabes lo que es, tío?)

 

  • MÁS MODERNO AÚN. Explícales, también, desde tu postura de moderno, la gran e increíble diferencia que existe entre el té que toman tus amigos habitualmente, y el té japonés, ¡porque tú la sabes! Haz de la misma forma con la cerveza japonesa –Sapporo, por ejemplo-… ¡Cómo se nota la diferencia!

 

  • MUCHO MÁS MODERNO AÚN. ¿Te has planteado hacerte vegetariano?

 

  • CAMBIO DE VALORES. Al igual que sucede con el sushi y el pescado, cuando eres moderno, hay términos que cambian de valor. Siempre has pensado que a tu padre le gustaban cosas antiguas, pero ahora tú has despertado un especial gusto por lo oldie. Hace unos años, te reías de la gente mayor que oía a los Smiths, New Order, etc. (vaya carcas), y ahora a ti te encantan. Tampoco es lo mismo cuando en la 4ª planta del Corte Inglés dicen “moda joven”, que tú, que sabes lo que es la ropa trendy y cool. Los ruidos que dan por culo, ahora se llaman Cclick’n’Cuts. Y el sonido que sale del Casiotone que te regalaron al tomar la primera comunión, ahora es electro, y sirve incluso para dar conciertos. Un sitio con olor a vómito, gente ciega con los ojos en blanco, un tío que se parece al Humberto Janeiro bailando a las 10 de la mañana, es un alter (cuando toda la noche no es suficiente para ser moderno). Lo que tú bebes no es ginebra con limón, ¡es ginlemon! Recuerda que un moderno no inventa, solamente que es el primero en copiar, así que no te inventes tus propias palabras, y sácalas de las revistas y weblogs que veas.

 

  • INTOLERANCIA, SÍ SEÑOR. Uno de los puntos fuertes de ser moderno es la intolerancia que te debe caracterizar. Con lo que mola ser moderno, quien no lo es, ¡es que es gilipollas! A ti  te gusta Miss Kittin, porque es lo que toca, pero es que gente como Bisbal o Andy y Lucas ¡deberían estar muertos! No entiendes cómo la gente puede ser tan vulgar, ¿verdad? Tú, como moderno que eres, tienes tu flequillo, tus chapas, tu mochila rollo mod… Pero la gente, ¿cómo pueden comprarse la ropa en Zara? No se dan cuenta de que van todos iguales? ¿Por qué no van, como tú, al Pull & Bear? Un moderno es de los pocos especímenes que es capaz de acudir a manifestaciones anti globalización con zapatillas Nike, e irse luego a comer sushi al piso (de Ikea). El colmo de lo moderno es meterse con las cosas modernas, ser anti-moderno. Por ejemplo, el año pasado fuiste al Sonar, pero este año no, entonces el Sonar es una puta mierda, y Benicàssim también.
  • LAS CONVERSE, ESE TOQUE DE DISTINCIÓN. Ante todo, tiene que quedar claro que tú no respondes a las estrategias de marketing destinadas a la gente normal, tú respondes a las estrategias de marketing destinadas a los modernos. Ahora te gustan las zapatillas Puma, las Adidas Originals,… esas zapatillas que se ponía tu padre para recoger tomates, y le costaban cinco veces más baratas que a ti ahora… Si el grupo Entre Ríos se hubiera dado a conocer en el Gran Hermano, no los podrías ni oír, pero como lo han hecho por el Soulseek, Spanishpop y por Siglo 21, ¡son la caña, tío! Tu fuerte personalidad también se ve plasmada en tus amistades. Tienes amigos gays que, a pesar de eso, son simpáticos. Tienes también un amigo japonés con el que, aunque no puedes hablar más de dos palabras porque no se entera de nada, ¡puedes hacerte fotos para ponerlas en tu weblog! Cuando un amigo tuyo friqui te pasó por el Soulseek la canción de Dragostea din tei, era la caña, ¡qué canción más friqui! Te bajaste el vídeoclip y todo. Pero ahora, recuerda, para ser moderno, hay que borrar eso del pasado y repetir: “Por favor, qué asco de canción”.

 

  • PELOS Y PEINADOS. Ya sabes que el pelo es una de las partes más importantes de un moderno, ya que te caracteriza a primera vista. Debes dejarte un gran flequillo que te permita tener algún ojo tapado para cuando te fotografíes con tu gato para salir en tu weblog. Una práctica muy utilizada por los modernos es cortarse el pelo tal y como lo hacen las grandes estrellas, pero 3 años más tarde. Por ejemplo, Beckham ya llevaba cresta años ha, y ahora aparecen los más modernos del lugar con cresta. Y qué decir del corte de pelo del Vaquilla, corto por arriba y largo por detrás, el famoso mullet. El truco de todo esto está en pasarte más tiempo despeinándote que peinándote. Y no te olvides de los ganchitos del pelo, da igual que seas tío o tía: ¡viva la androginia!

 

  • TRABAJA EN UN SITIO COOL (si es que consigues curro, claro). Mucha gente piensa que lo más moderno y cool es cenar y comprar ropa en sitios fashion, pero están equivocados. Lo más cool ya no es acudir a estos sitios, sino trabajar en ellos. Trabajar los viernes y los sábados de 12 a 8 poniendo cubatas en una discoteca es, hoy por hoy, uno de los puestos de trabajo más solicitados por los modernos. Cómo mola tener una camiseta de Custo para mancharla de aceite sirviendo foie con caramelo, mientras suena de fondo el disco de Saint Germain. ¿Y los festivales? Un buen moderno entra gratis al Observatori, al FIB, al ESTE,… porque trabaja como colaborador –colaborando a pegar posters por la ciudad, a barrer el suelo… Lo más moderno, en este caso, es gastarte en vestuario más de lo que cobras. ¿Será por pelas? Y recuerda, si algún día te echan de un sitio, y ya no trabajas allí, automáticamente ese sitio pasa a ser lo peor. ¡Puaj!


Joder, es sólo un bolso

Por 80.000 libras (unos 90.000 euros) se podría comprar un piso de una habitación en la ciudad natal de Victoria, Harlow (en el condado de Essex) y todavía sobrarían 10.000.

Pero para esta fashionista es simplemente el precio de su nuevo bolso, un Birkin con incrustaciones de cientos de diamantes. Su nombre es “Silver Himalayan” y fue el regalo de navidades de David a su esposa, lo que le costó al futbolista una semana de salario en su equipo el Milan.

Mientras que el resto del mundo se aprieta el cinturón e intenta remontar la recesión, aparece que la Beckham está más extravagante que nunca.

Victoria lució este nuevo accesorio, uno de cuatro en el mundo, mientras David hacía su debut para el club en Dubai.

La Beckham admitió estar “maravillada” con el bolso, que tiene como guinda un diamante de 3 quilates en el cierre.

Según han relatado para el “The Sun” para David no es tan fácil complacer a su esposa con un regalo cada año, siendo una mujer que lo tiene todo”.

Pero David sabe que la casa francesa es una de las favoritas de su esposa y consiguió el bolso en Los Ángeles, de uno de los pocos coleccionistas de moda más importantes de Hollywood.

La lista de espera para conseguir un “Silver Himalayan” está cerrada, y los que están esperando tendrán que hacerlo durante cuatro años.

Cosas como esta, revuelven las tripas a cualquiera. No puedo creer la gilipollez de estas “celebridades”. 90.000 € (15 millones de pesetas) al año es un salario que muy pocos alcanzan en España, y lo que es ridículo es que el pollo este gana eso en sólo una semana. ¿Cómo puede esta gente dormir sabiendo que el currito de a pie está luchando por poner algo de comida en la mesa?

“Noticias” como esta sólo vienen a probar que esta gente está totalmente fuera de lo que llamamos “vida real”. El mundo entero va cuesta abajo y los ricos son más ricos mientras que los pobres seguimos dejándonos la vida en una mierda de trabajo que ni mucho menos nos hará ricos. Únicamente nos permitirá sacar adelante una vida mediocre llena de penurias y sacrificio. Qué triste.

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La ropa

Siempre me he preguntado qué nos hace vestirnos de la manera que vestimos. Porque no sólo lo hacemos por nosotros, sino para dar una imagen a los demás: Mira mis vaqueros, éste soy yo. Mira mis zapatos, así soy yo. He hecho una investigación, vale que no es muy profunda, pero allá vamos.

 

¿Os habéis fijado en los abriguitos que llevan las señoras mayores? Estos que llevan una gran capucha con pelito imitando visón. Pues muchas de ellas llevan el pelo teñido del mismo color que ese pelito. ¿O será al revés? Es un misterio sin resolver.

 

La ropa deportiva. Da igual qué te pongas, chándal, pantalón ciclista, cintita para la frente, tobilleras… porque parecerás un gilipollas. Sí, lo siento. La ropa deportiva no está hecha para lumbreras. Ya puedes tener un cociente intelectual de 190 que te pones un pantalón ciclista con una camiseta de Alf y unos calcetines de tenis, que radicalmente tu cociente baja a -3.

 

Siempre me pregunté qué fin tenían las manoplas. A ver, voy a inventar una cosa contra el frío para las manos pero eso sí, cada vez que tengas que coger algo, te las tendrás que quitar. Sí, señor, ¡qué útil!

 

Sólo dos palabras. Chaleco polar. Sin comentarios.

 

No sé si sigue habiendo la ropa de los guarros. Sí, la ropa reversible. Como cazadoras reversibles. Que tienen un estampado por un lado y otro diferente por el otro. Uy, qué me he manchaooo, da igual, ¡si tengo otra oportunidad! En serio, ¿podría haber algo más asqueroso? Sí, la ropa interior reversible; que, afortunadamente (espero), no existe.

 

¿Os acordáis de aquella moda de hacer jirones los vaqueros? Lo de llevar un roto en la rodilla, o a la altura de la nalga. ¿Qué se pretendía, seducir o que nos dieran limosna?

 

¿Y el chándal ese de Adidas negro con rayas blancas? Todo el mundo quería tener uno para fardar. Y contabas las rayas a ver si era de verdad: Eh tú, que sólo llevas 2. Lo has comprado en los chinos, ¿a que sí?

 

Por no hablar de las camisetas con mensaje. De verdad, quien necesite llevar una camiseta que diga algo… da pena. Ejemplos reales: “Arriba la farlopa”, “Me tiro a tu madre”, “Me he comido a tu perro”, “Tu novia te la pega conmigo”… O aquel que sin saber ni papa de inglés leyó a saber qué en el reverso de la camiseta de una chica “Follow me”. Por no hablar de las pegatinas que algunos ponen en sus coches, aunque eso será tema de otro post.

 Nerd dancer

 

You are my sunshine, my little sunshine…

¿Qué cosa más cutre hay en esta vida que unas gafas de sol con cordoncito? ¿Eso qué es, un Tampax? Ahora que empieza el buen tiempo, y hoy precisamente como día caluroso en Madrid, ya se empieza a ver la moda veraniega. Hoy vi a un, no sé si buen, hombre con las gafas de sol, de esas que te regalan con los Phoskitos, y el cordoncito de rigor. ¿De verdad te interesa salvar esas gafas que por un tropezón tonto se te caigan al suelo y las aplaste un autobús? ¡Pero si son horrorosas! Es como si a un Porsche le pones la baca para llevar un colchón. Pues se jodió el invento. Y es que hay cosas que son para fardar. Tengan o no utilidad. Una de ellas son las gafas de sol. A ti lo que menos te importa es si tiene protección UVA de esa. A ti lo que te interesa es parecer interesante, seductor/a… Aun me acuerdo cuando salió la moda de las gafas de cristal de espejo. Ostras, ahora sí que podías mirar escotes y culos sin que te llamaran pervertido. A ese tipo de gafas yo les llamo estilo George Michael. Que también son de un estilo, pero sin espejo, a las que llevan los policías en EE. UU. Nunca he estado en EE. UU., pero en las pelis siempre salen con esas gafas. Luego están las gafas de hippy o estilo John Lennon, que qué puedo decir… que sólo le quedaban bien a él. Bueno, y quizá a Morfeo, de Matrix, que esas sí que son molonas. ¿Gafas sin montura? Y una mierda, éste sin montura, sin patillas y sin nada. Cómete esa Alain Afflelou. Y otra cosa curiosa, siempre que alguien se prueba unas gafas de este estilo tiene que hacer el símbolo de la paz. Si no, no tiene gracia. Por no hablar de las malditas gafas de bucear. ¡Yo no me lo explico! ¿Es que aun no han inventado gafas de bucear que no les entre el agua? ¡Por dios, que son de bucear! No menos que quieres es que le entre el agua. Tú estás ahí tan tranquilo jugando a “estaba la rana sentada debajo del aaaaa”…
¡Esperad, esperad!
¿Qué pasa? – Todos se giran.
Es que me ha entrado agua.

Por no hablar de que siempre se empañan, y parece que en vez de debajo del agua estás en una fiesta de fumetas.

Ahora, las que sí marcaron un hito fueron las gafas de bakalaero. Verano del 96. El verano del Bakalao. Seguro que los de mi generación lo recuerdan. Malas, malas, malas… pero malas. El problema de estas gafas es que producían un efecto secundario, el síndrome de lo que sería ahora Síndrome del Nen. Una enfermedad muy conocida pero a la que no se le había dado nombre. Luego, pasando a otro tipo de gafas, las gafas “de ver”. Pero… ¿esas gafas son para ver? Me preguntan algunos. No, gilipollas, nací miope porque me apetecía. Reconozco que he caído en las redes de la moda gaferil, y tengo unas que llaman ahora “pastigafa” o “gafipasti”. Dan un aire intelectual, desenfadado… Y lo que es más contradictorio, se llevan o bien sin montura (shh… que no se entere nadie de que llevas gafas. So memo, cómprate unas lentillas) o bien con la montura de pasta. Que creo que ya he adivinado porqué se llaman “de pasta”. Porque te tienes que gastar una ídem para comprarlas. Espero que no tengáis que usar nunca gafas, ¡ni si quiera esas para las 3 dimensiones!