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¿Cómo sabes si estás viendo una película española? 20 pistas que resolverán tus dudas

1.       Una película sin efectos especiales, ni grandes escenarios, ni un vestuario digno de mención.

2.       Una película que trata de aparentar realismo y rigor, pero lo único que consigue es sustituir al valium.

3.       Una película con escenas de batallas en plan muy cutre, con tomas desenfocadas, al relentí y sonido como en off, como si en lugar de estar en medio de una batalla estuvieras en un concierto de Las Grecas.

4.       Una película policíaca con armamento comprado en el chino de la esquina.

5.       Una película donde los actores en lugar de interpretar, sobreactúan.

6.       Una película tan dramática que hasta da risa.

7.       Una película en la que los actores hablan con tal falta de naturalidad que sería preferible que fueran doblados.

8.       Una película que toca un tema cañí como si tuviera mucho glamour, como si una tonadillera, un torero o una monja fueran personajes retro que en el fondo son el el-no-va-más.

9.       Una película con trasfondo histórico que se remonta a la guerra civil o, en el peor de los casos, a la guerra de Cuba.

10.   Una película sobre Don Quijote, el Lazarillo de Tormes o sobre el Siglo de Oro donde se creen que por hablar en castellano antiguo ya es la hostia.

11.   Una película de época encajada en un contexto histórico que además sirve de coartada para explicar la coyuntura social y política del momento.

12.   Una película de quinquis que roban un SIMCA 1000 y hacen atracos violentos, cosa que también sirve de excusa para explicar la problemática social del quinqui y de su barrio.

13.   Una película de cualquier tema inimaginable donde se enseñan las tetas o el vello púbico sin que venga a cuento.

14.   Una película donde la falta de figurantes o extras se sustituye enfocando de cerca al mismo grupo en todas las toma.

15.   Una película ambientada en entornos rurales semi-desérticos donde aparte de padecer una miseria endémica violan a una cabra.

16.   Una película con escenas en lugares muy sombríos o en la oscuridad más absoluta donde resulta imposible saber si están matando a alguien o si están echando un kiki.

17.   Una comedia donde se pretende imitar el american-way-of-life y se acaba imitando el colombian-way-of-trash.

18.   Una película con un guión delirante como, por ejemplo, las masturbaciones mentales de un perturbado en el terrao de su casa.

19.   Una película con trasfondo social sobre grupos de niños gamberros que ponen piedras en la vía del tren como síntoma de su rebeldía en ciernes.

20.   Una película de marujas, travestís y mujeres desquiciadas adornada con piel de leopardo a destajo que lejos de resultar graciosa puede acabar siendo grotesca.

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Pretty Woman + Prince + Dèja vu = Locura!

Seguro que os ha pasado eso de estar tarareando una canción durante horas, incluso días, y no tener ni idea de qué estabais cantando. Puede ser la melodía más tonta, o sólo una frase de una canción, pero ni puta idea de a qué pertenece.
Pues el otro día me pasó, que escuché una canción de Prince, también conocido como el “antiguamente conocido como Prince” o “El Símbolo”, y dije: esa canción es para mi. La canción en cuestión se titula “Kiss”. En un principio no sabía cómo se titulaba pero como en la canción lanza unos besitos, busqué la discografía de Prince y dije que tendría que ser esa. Y en esto que la estoy escuchando en el mp3 portátil y me descubro a mi misma tirando besitos al aire (bueno, tal y como hace la canción).

Y un dèja vu como un piano de grande vino a mi. Dos días estuve intentando
recordar de donde me sonaba lo de los besitos.

¿Recordáis la película “Pretty Woman” (1990)? Ella está en el jacuzzi escuchando una canción con el walkman con los ojos cerrados. Y entra él y la pilla cantando (ya sabemos como cantamos todos con el walkman a toda pastilla) y se queda mirándola como lanza los besitos al aire. Ella abre los ojos, se da cuenta de la pillada y se ríen.


¡¡Dos días!! Dos días me llevó recordar de donde era eso de los besitos. Una gilipollez, pero es así.

Y es que lo de los dèja vu es un tema jodido. Unos dicen que son antiguos recuerdos de vidas pasadas, otros que son sueños, otros que son fallos del sistema, otros que son experiencias que ya hemos vivido pero que no recordamos. Y es que esa sensación que nos invade por unos segundos y las ganas que tenemos de contárselo a todo
el mundo:

– Heyyyy… esto ya lo he vivido.

Es como cuando huele a mierda y sientes la necesidad imperiosa de decir:

– Huele a mierda.

Vaya, gracias por el comentario.

Y aunque no queramos admitirlo, somos seres de costumbres y nos gusta repetir experiencias.

Por esa razón se inventó el botón de rebobinar en los vídeos. Y es que nadie, y digo NADIE, le llama el botón de rebobinar o dice “rebobina, que quiero volver a verlo”. Nadie sabe qué son esas letras: REW. Rew. Rew. Todo el mundo sabe que se llama “dale pa’tras”. Al igual que su compañero el FF. Ff. Ff. O también conocido como “dale pa’lante”.

Y todo esto deriva a cómo serían estos famosos carteles, letreros e instrucciones en España.

REW: pa’tras

FF: pa’lante

STOP: ¡para, coño!

PRESS: ¡dale!

PAUSE: quieeeeto, paraooo.

Se aceptan sugerencias.

El Código da Vinci

Bueno, pues ya está. Ya la vi. Y sinceramente, como a mi las críticas cinematográficas me la refanfinflan, pues no voy a escribir la mía. Para unos es una obra maestra, para otros es una ñorda, a otros ni fu ni fa. No me gusta que me recomienden películas ni música.
Igualmente, yo no lo hago. Porque no hay situación más comprometida que te dejen un disco o una peli, y luego te pregunten:

Bueno… ¿Qué? ¿Te ha gustado? ¡¡A qué es genial!!

Una de dos, o de verdad es genial; o una caca. Y claro, ahí te ves tú, sin querer ofender a tu amigo…

Pues… sí… la verdad…Me ha… ehem… gustado mucho.

Ah, pues espera que mañana te traigo el álbum del 96, ¡ya verás qué subidón!

Y es cuando te tiras de los pelos y le preguntas:

¿Quieres que te preste el vídeo de la comunión de mi prima Sheila? ¡Te va a encantar! Sobre todo cuando la niña se pone llorar porque no le han traído la Play Station.

Las críticas cinematográficas o musicales en medios de divulgación no deberían existir. Porque los gustos musicales o de cine son tan personales como la ropa interior: no se comparten.
Las pelis no son buenas o malas, son según con el ojo que se mire. Por eso cuando veo “Cartelera” y veo le ponen un 7 a tal película… ¿me pregunto? ¿7 de qué? ¿Eso qué es? ¿Cómo en el cole?

A ver Spielbergcito, has sacado un 3 en “La Guerra de los Mundos”, tienes que venir recuperación en septiembre. Y a ver si lo haces mucho mejor, porque te ha quedado un suspenso muy pobre. Si hubiera sido un 4,5 pero habiendo elegido a Tom Cruise…

La Historia Interminable

Ayer vi, después de muchos años, la película “La historia interminable” (The Neverending Story, 1984). Tengo que decir, lo primero, que desde hace casi 5 años, sólo veo cine en versión original. Unos dirán, como decía aquel anuncio “yo es que o veo la peli o leo los subtítulos”. Bueno, dejar claro que los seres humanos no somos monotareas como esos antiguos ordenadores, y que viendo la peli en versión original, ya sea inglés, koreano o gallego, se disfruta mucho más. Quiero decir que si de verdad te gusta Leonardo Dicaprio, Julia Roberts o Bruce Willis, te gustará verlos en cuerpo… y voz. No puedo entender esa gente que dice “ay, pues Brad Pitt es un actor genial” cuando no le ha visto, o en este caso, oído actuar.

En serio, aunque se diga que el trabajo de los dobladores españoles es de lo mejorcito de la industria (olé por ellos) creo que el cine debería verse en el idioma original que fue grabado. O por lo menos que pongan más salas de cine con la opción de versión original, porque desde luego hay que recorrerse toda la ciudad para encontrar uno. Y a ver si las cadenas de televisión se ponen las pilas y ponen la opción dual en las emisiones de películas (Creo que sólo la autonómica de Madrid y de vez en cuando las dos estatales lo hacen). Por no hablar de los subtítulos para sordos.

En fin… volviendo a La Historia Interminable. Era la primera vez que la veía en versión original, y me di cuenta de una cosa. El dragón blanco, conocido como Fuyur, ¿recordáis? Pues esto es flipante, en la versión original se llama Falkor. ¿Alguien me puede explicar esto? Ruego si hay algún freak de estas cosas que me deje un comentario y me lo explique. Quiero decir que todos sabemos que las traducciones no son literales y hay muchas maneras de decir una cosa cuando se pasa de un idioma a otro, pero una cosa es esa y otra cambiarle el nombre al personaje.

De todas maneras, sigo apostando por el cine en versión original, aunque la cabeza del tío de delante te tape de vez en cuando los subtítulos. Aunque ese es otro tema…

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Hey baby, qué pasóóóó…

¿Conocéis a Chuck Norris? Seguro que sí. Ganó invicto seis campeonatos mundiales profesionales de karate de peso medio, y tiene el octavo nivel de cinturón negro en tae kwon do, y conocimientos de prácticamente todas las artes marciales habidas y por haber. Ha protagonizado numerosas películas y series de televisión, incluyendo “Walker, Texas Ranger”. Es de los pocos actores occidentales metido en el tema de las artes marciales (Jean Claude van Damme,
etc…)

¿Qué edad creéis que tiene? Pues señoras y señores… 65 primaveras. ¿Increíble, verdad? ¿O soy yo la única que piensa que no aparenta esa edad? Yo creí que tendría unos 50. Por cierto, que su nombre real es Carlos Ray Norris (lo de Chuck no sé de donde lo sacaron), y nació en Oklahoma, EE. UU. Quería hablar de este personaje porque le tengo cierto aprecio. No sé, me cae bien, siempre hace de bueno. La verdad es que no recuerdo ninguna de sus películas, pero sí Walker. Un ranger, según el diccionario, es un guardabosque o un policía montado. Aquí no dice nada de tae kwon do o karate. Lo mismo hasta el caballo sabe kung fu.

 

Buscando un poquito de información sobre Chuck encontré la siguiente anécdota. Si os habéis dado cuenta los personajes que Chuck casi siempre interpreta procuran resolver los problemas sin utilizar la violencia. Lo que le pasó a Chuck en la vida real fue que por equivocación se sentó en un taburete de un bar que ya estaba ocupado. El “dueño” del asiento le increpó: “Eh, tú, largo, es mi sitio”. Norris se levantó, pidió disculpas; y fue en ese momento cuando el coleguilla lo reconoció.

Chuck, me podrías haber pateado el culo si hubieras querido. En lugar de moverte, ¿por qué no me atacaste?

A lo que Norris contestó:

¿Y qué habría logrado con eso?

¿No son bonitas historias como ésta? Mucho mejor que la de la muerta de la curva. Jijiji…

Se nota como el paso de la edad y la sensatez va haciendo su hueco, y se nota a los actores y artistas de verdad, que están ahí por su, no ya por sus medios, porque todos necesitamos un empujoncito, pero sí por sus capacidades y habilidades. De nada sirve el famoso “enchufe” si luego eres un inútil. Todos tenemos contactos, pero pocos las habilidades de demostrar que sin enchufe lo habríamos conseguido igualmente. Bueno, me estoy yendo un poco por las ramas.

Lo que yo venía a decir es que hay gente que aparenta su edad, otros que aparentan muchos más años y otros que, no sé si por suerte o por plástica, parecen más jóvenes.

Un crudo, y mal ejemplo de ello es Julio Iglesias. No tengo nada en su contra en cuanto a su faceta de cantante. Para gustos los colores. Pero hay que reconocer que estaría mucho mejor si hubiera dejado a los años pasar por su cara, porque ahora lo que parece es un pedazo de cartón ajado. Por no hablar de Sara Montiel. Que con todos los pellejos que se ha quitado se podría hacer toda la colección otoño-invierno de zapatos y bolsos.

Con esto no quiero decir que esté en contra de la cirugía estética. Yo misma podría hacerme 4 liposucciones. Con 40, 45 años te puedes quitar unas arruguitas, patas de gallo… pero con 75 años por mucho que te hagas la estética… En fin… que no sé qué pretende. De la edad no se escapa nadie, así que asumamos que envejecemos y que nuestro aspecto no es el mismo que teníamos cuando teníamos 20 años. Miradme a mi, que tengo 23. Jijijiji…